Las filtraciones en las tuberías pueden provocar daños considerables en edificaciones o incluso representar un riesgo para la salud de quienes habitan o visitan un inmueble. Es por ello por lo que, resulta absolutamente relevante elegir la mejor tubería a la hora de desarrollar una construcción.

En el mercado existen diferentes tipos de tuberías fabricadas con diversidad de materiales: concreto, cobre, metal, polietileno, PVC (cloruro de polivinilo) y otros. Una buena tubería debe ser hermética en las juntas, los accesorios resistentes a los cambios de presión; y su espesor debe garantizar la seguridad del agua que conduce.

Para elegir la mejor tubería se deben analizar las necesidades, conocer claramente la energía disponible o requerida, el costo del sistema para instalarse como su operación, el rendimiento, el caudal del agua, la huella ecológica en cada uno de los componentes (desde que son creados hasta que son instalados en el edificio o casa), la durabilidad (importante por razones financieras y ecológicas) y la protección que ofrece contra químicos de arrastre o en transporte en el fluido, como cloro y ácidos, así como que el material del tubo no sea traspasable por contaminantes externos, como los hidrocarburos. Ante todo este análisis, el PVC adecuadamente diseñado e instalado presenta una serie de ventajas sobre otros materiales. La evaluación del peso real de estas ventajas es clave para la selección sobre la base de lo que se necesita para el proyecto, y no sobre lo que a alguien le atrae de un producto y como lo fuerza a encajar en el proyecto. Lo segundo puede, y suele ser, un contrasentido ecológico, económico y funcional, pese a ser una tendencia que, lamentablemente, está muy extendida.

Uno de los datos más valiosos en los montajes de tuberías de PVC de presión o sanitaria es su alto rendimiento en el tiempo, con una vida útil, comprobada, de más de 100 años; una inversión que da retribuciones adicionales en costos, instalación, desempeño y hasta en reducción de la huella de carbono por su durabilidad. De igual forma, las tuberías de PVC exhiben excelente resistencia a una amplia gama de reactivos y productos químicos desinfectantes.

Además, al PVC se le suman beneficios como bajos índices de ruptura, tasas de flujo de agua superiores en comparación con otros materiales, tanto metálicos como termoplásticos. Su peso ligero representa menos tensión en los anclajes a las estructuras, además es posible reciclarlo.

Por todo lo anterior el cloruro de polivinilo o PVC se mantiene vigente como uno de los materiales plásticos más usados para la construcción: su costo competitivo, excelente desempeño y alta durabilidad hacen de las tuberías de PVC, la mejor opción.

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